La pandemia nos ha puesto en contacto de nuevos con Honduras y hemos podido colaborar en estos tiempos de Covid-19.
Tegucigalpa es una ciudad rodeada de multitud de colinas, todas ellas habitadas por personas que malviven en la capital esperando una oportunidad para salir de la pobreza. Y es que Honduras es uno de los países más pobres de América Latina, tan solo Haití le gana en esa hiriente carrera de la pobreza.
Hace ya muchos años que en Tegucigalpa conocimos al P. Patricio Larrosa, un español que lleva en “Tegus” la mayor parte de su vida. Con mucha dedicación, ha sido capaz de poner en marcha una red de voluntariado y colaboración que sustenta la ONG que fundó en 1993, ACOES (Asociación Colaboración y Esfuerzo).
Ni el P. Patricio, ni Tegucigalpa dejan indiferente a nadie, y a raíz de ese primer encuentro y de una forma de trabajar y una visión muy parecidas colaboramos en un proyecto en el año 2003. Esa colaboración puso en pie la casa Populorum Progressio en la colonia Monterrey de Tegucigalpa, una de las catorce residencias de estudiantes que ACOES tiene en el país. El objetivo de estas casas es que los jóvenes de zonas rurales y empobrecidas tengan la oportunidad de estudiar y recibir una formación basada en valores como la solidaridad y la colaboración. Todos estos chicos y chicas reciben ayuda para conseguir su sueño de estudiar y, a cambio, colaboran en las muchas actividades que ACOES realiza en diferentes zonas de Honduras.
Así pues, se trata de un proyecto basado en la solidaridad, donde se recibe la solidaridad de las personas que financian becas de estudios y, al mismo tiempo, se practica la solidaridad apoyando las actividades de ACOES con las personas más desfavorecidas.
En el contexto de la epidemia de coronavirus, que tiene al planeta en alerta, ACOES volvió a ponerse en contacto con la Asociación Nuevos Caminos – Nous Camins. En los meses pasados recibimos una petición del P. Álvaro Ramos, uno de los colaboradores de ACOES en Tegucigalpa, y nuestra Junta Directiva no dudó en apoyar el proyecto. Su objetivo era “Asegurar las condiciones alimenticias e higiénicas de la población en extrema pobreza, agravadas por la crisis del COVID19, en el asentamiento de Nueva Capital, Tegucigalpa”.

Jóvenes voluntarios preparando los kits de emergencia para su entrega
Este proyecto, que se completó hace tan solo unos días, ha permitido la compra y entrega de kits de emergencia para 164 familias de los estudiantes de la Escuela Santa Teresa de Jesús de ACOES. Esta escuela se encuentra en una de las zonas más marginales de Honduras, en las montañas que rodean Tegucigalpa. Los kits entregados incluyen alimentos y material de higiene para la prevención del Covid-19. Su duración es de 3 meses para que las familias puedan sobrevivir hasta que la economía se ponga de nuevo en marcha y las escuelas de ACOES puedan volver a abrirse. Además, la entrega de estos kits también ha incluido libros y material escolar, para animar a las familias a fomentar la educación de los más jóvenes.
Aprovecho estas líneas para agradecer a ACOES la oportunidad de volver a colaborar de nuevo, tantos años después. Nos han permitido poner un grano de arena más para paliar las terribles consecuencias que esta pandemia está dejando a lo largo y ancho de nuestro mundo.