El día 24 de octubre celebramos el día mundial del desarrollo, Nous Camins se une a esta celebración proponiéndote que dones 10 segundos cada día.
Según la ONU “Este Día Mundial pretende concienciar y movilizar a la opinión pública, especialmente a la juventud, para lograr un mejor conocimiento de los problemas generales del desarrollo y para tomar conciencia de cómo las nuevas tecnologías de la información y la comunicación pueden contribuir a hacerlo sostenible”.
Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos desde las más pequeñas ONG’s para el desarrollo, como Nous Camins, es cómo difundir, y por lo tanto concienciar a la ciudadanía, de los problemas que se viven en lugares lejanos (o cercanos) a nosotras. Cómo hacer que las grandes crisis humanitarias y los graves problemas de vulneración de derechos que se viven cada día en nuestro planeta lleguen a la opinión pública y se conviertan en parte de sus preocupaciones cotidianas.
Estos días estamos viendo imágenes de miles de personas hacinadas en la frontera entre Guatemala y México, vienen caminando desde Honduras, de donde partieron hace unos días huyendo de la violencia y la pobreza que asola el país. Amas de casa con sus hijas e hijos, panaderos, profesionales, albañiles, en definitiva, personas que tan solo busca una oportunidad en el norte.
El Mediterráneo se ha convertido en el mayor cementerio de migrantes del mundo. Las cifras son estremecedoras, más de 1700 personas han muerto en los primeros nueve meses de 2018. Personas que sufren torturas, violaciones y que viven las peores pesadillas en su travesía por encontrar un futuro mejor al otro lado del Mediterráneo.
Recordamos también la crisis de los rohingyas, que parece que ya ha quedado lejos en el tiempo. Casi 1 millón de refugiados en Bangladés, se habla del mayor éxodo del siglo XXI, una etnia expulsada violentamente de Mianmar en agosto de 2017 y que aún espera una solución para poder regresar a su tierra con mínimas garantías.
Todas estas migraciones, que aún siguen siendo –o deberían ser- portada en nuestros medios de comunicación son consecuencia directa de la vulneración de los derechos humanos de sus protagonistas. De eso huyen hondureños, los migrantes en el mediterráneo o los rohingyas, de países en los que no tienen la más mínima oportunidad, donde los derechos humanos son constantemente vulnerados y por lo tanto donde aún queda mucho por hacer para conseguir el tan cacareado desarrollo.
Hoy en el día mundial del desarrollo desde Nous Camins queremos hacer un llamamiento a que cada día donemos 10 segundos de nuestro tiempo a ponernos en la piel de todas estas personas.
Imaginemos los motivos que hacen que una madre salga a la carretera para caminar, con sus hijos a cuestas, los más 3.000 km que separan San Pedro Sula (Honduras) de la frontera con Estados Unidos y México.
Pongámonos en la piel de los menores (no nos olvidemos de los adultos) que cruzan África para llegar a las costas del Mediterráneo pasando todo tipo de calamidades y se embarcan en pateras para llegar a la soñada Europa. Y lo que sienten cada mañana las personas que viven en un campo de refugiados en Bangladés. Personas que no pueden recoger leña para calentar a sus familias, que viven en chabolas improvisadas, que no pueden aspirar a conseguir un trabajo para mantener a sus familias y que están permanentemente acompañadas por la ansiedad y depresión causada por un éxodo violento que arrebató miles de vidas.

Dona cada día 10 segundos de tu tiempo, trata de ponerte en la piel de los que ven sus derechos más básicos vulnerados y tienen que huir de duras situaciones aspirando a un futuro más digno.
Tan solo 10 segundos diarios, mientras esperamos el autobús, nos toca el turno en la panadería, mientras cambia la luz del semáforo o cuando nos metemos en la cama por la noche.
10 segundos de tiempo que donaremos para ponernos en la piel de esas personas que nos parece que están tan lejos, pero podríamos haber sido nosotros si el azar nos hubiera hecho nacer en su lugar.
10 segundos diarios que ayudarían a intuir que hay detrás de cada una de esas caras que ahora nos parecen tan lejanas y extrañas. 10 segundos que posiblemente nos empujarían a querer saber más, a entender por qué en nuestro siglo XXI aún necesitamos marcar en nuestro calendario el día mundial del desarrollo.